Fernando de Pulgar fue “cronista oficial” del rey castellano Juan II y de su hijo, Enrique IV, antes de ser embajador en Roma durante la corona de los reyes católicos de España, Fernando e Isabel. No se sabe mucho de su vida y no hay muchos datos comprobados, muy probablemente nació en Toledo, en 1430, en una familia judía y murió o desapareció en 1493, mucho después de convertirse al cristianismo.